Algunos apuntes sobre la variedad tradicional de manzana Pajarita
Con más de 500 años de historia, La Orotava alberga un paisaje cultural único que atesora diversos valores históricos, agrarios y culturales. Entre los tesoros excepcionales que caracterizan su biodiversidad, destaca una variedad antigua de manzana, la Pajarita.
Los manzaneros llegan a Canarias tras la conquista europea del siglo XV. Desde entonces se han cultivado diversas variedades que se han adaptado a las condiciones de nuestro clima y suelo. Sin embargo, esta variedad tradicional de manzana Pajarita es única del Valle de La Orotava.
Gracias al impulso generado por el Cabildo Insular de Tenerife, desde hace algunos años se custodian centenares de estos manzaneros y una veintena de agricultores se han sumado a la conservación de este producto local, muy apreciado en el pasado.
Los manzaneros de Pajarita se localizan principalmente en las medianías y zonas altas de La Orotava, donde abunda una mayor humedad y las temperaturas son más frías. Las abejas y otros insectos cumplen un papel vital en la polinización de estos frutales para garantizar la producción de Pajaritas durante los meses de septiembre y octubre.
Estos manzaneros han formado parte del paisaje orotavense desde hace siglos. Hoy en día, se pueden encontrar en el centro de las huertas o en sus bordes, como único cultivo o asociado a otras especies tradicionales en la zona, como las papas u otros frutales templados.
La manzana Pajarita, muy valorada por la población local, es una fruta jugosa y algo ácida, de las primeras en consumir cuando finaliza el verano. Posee un color verde y adquiere algunos tonos amarillentos cuando está madura. Puede presentar zonas rojizas, en ocasiones con rayas. Además de ser un delicioso alimento para consumir en fresco, también ha sido utilizada en la elaboración de sidra junto con la manzana Reineta.